Los manómetros de presión diferencial no sólo se utilizan para controlar medios gaseosos, sino que también son adecuados para controlar flujos de materiales líquidos en procesos industriales. Detectan incluso las diferencias de presión más pequeñas y, por tanto, permiten una supervisión fiable de fluidos operativos, disolventes, aceites hidráulicos, lubricantes o medios criogénicos como el GNL.
Las aplicaciones típicas se encuentran en las industrias química y petroquímica, el procesamiento de alimentos, el tratamiento de aguas y la ingeniería energética y de procesos. Gracias a su diseño compacto, los dispositivos pueden integrarse fácilmente en los sistemas existentes, requieren poco mantenimiento y ofrecen una gran estabilidad a largo plazo.
En función del medio -viscoso, agresivo o de temperatura crítica-, se ofrecen distintos diseños y materiales, como acero inoxidable, plástico o materiales de alto rendimiento.
Los dispositivos están homologados para gas natural, gas ciudad, gas de coquería, biogás, hidrógeno, nitrógeno, aire y muchos otros gases bajo pedido.